La Tercera
Señor director:
La Comisión de Ética de la Convención Constitucional aprobó la prohibición de “proferir cualquier expresión de odio, violencia, discriminación o desacreditación”. Las normas que prohíben incitar al odio pueden ser objeto de muchas críticas, como inhibir los debates, impedir críticas políticas (todas buscan “desacreditar”), considerara los oyentes como seres muy influenciables, favorecer a las mayorías dominantes (en Sudáfrica al servicio del apartheid), entre otras muchas. Convendría que los constituyentes repiensen su decisión.
Quizá los ayude recordar que, en nuestra historia reciente, la única norma constitucional que consagraba una prohibición general de incitación al odio fue el “hoy repudiado— artículo 8” original de la Constitución de 1980, al declarar ilícito todo acto de persona o grupo que propagara doctrinas que propugnaran la violencia.
